lunes, 29 de septiembre de 2008
Sarah Palin y su pastor caza brujas
¿Juega Dios en las elecciones de Estados Unidos? ¿Ha apostado El Señor su barba caucásica a que el dúo McCain-Palin saldrá victorioso de la contienda? ¿Es Barack Obama el Anticristo, como se pregunta un alcalde republicano de una ciudad de Carolina del Norte? ¿O simplemente una mutación demócrata de Hellboy?
Éstas y otras preguntas nos asaltan, oh, temerosos de Dios, al visionar la última entrega de las aventuras de la puritana Sarah Palin, quien va camino de sustituir a George W. Bush como ídolo incuestionable de este devoto rincón de la fe cristiana. Negacionista del cambio climática, apóstol del creacionismo en la escuela pública, enemiga de la educación sexual en la enseñanza -pese a su hija preadolescente embarazada- y abogada de la prohibición del aborto por ley, incluso en los casos de violación, Sarah es también una ferviente creyente de los poderes parroquiales como pasaporte para llevarle a la Casa Blanca y derrotar a las fuerzas Sith de la brujería.
La candidata republicana a vicepresidente de Estados Unidos está embarcada en un eslalon mágico hacia el descrédito absoluto. Secuestrada por su guardia de corps en cada aparición pública para evitarle cualquier contacto con la prensa, aún así Palin se las está apañando para desafiar al sentido común. Tras quedarse en blanco en medio de una entrevista soft con Katie Couric, presentadora del telediario estrella de la CBS, al ser preguntada por ejemplos específicos de medidas apoyadas por su jefe McCain para regular los mercados, y reiterar que tiene mucha experiencia en seguridad nacional porque "Rusia está al lado de Alaska", la última perla que la gobernadora ha regalado al electorado es un vídeo que triunfa en Youtube, en el que participa con entusiasmo en una ceremonia anti brujería (VER VÍDEO).
En la asombrosa ceremomia, celebrada hace tres años, Thomas Muthee, uno de los predicadores invitados regularmente a la iglesia de Pentecostés de Wasilla, la parroquia de Palin desde los 12 años, realiza una apasionado performance para derrotar a la brujería y otros supuestos enemigos de la gobernadora de Alaska en su carrera política. El vídeo muestra a Palin en pleno servicio religioso-esotérico, de pie frente al pastor vengador, con la cabeza agachada y sus manos sujetas por dos miembros de la inquisidora congregación.
Es entonces cuando Muthee, párroco de origen keniano, alaba y apoya los intentos de Palin por convertirse en gobernadora de Alaska, al tiempo que hace un encendido llamamiento a los miembros de la iglesia para "recaudar" energía que permita a Palin ganar peso en los centros de influencia como la política o los medios de comunicación. Su racional alegato llega al clímax al relatar los obstáculos que los enemigos de Sarah la pura intentan poner en su camino. "¡En el nombre de Jesús, en el nombre de Jesús!, toda forma de brujería es lo que aquí reprendo. ¡En el nombre de Jesús, en el nombre de Jesús! Padre, haz que desaparezcan ahora... En el nombre de Jesús.. Amén..", clama en éxtasis el buen pastor. Y eso no es todo. En un discurso en la misma iglesia el pasado 8 de junio, Sarah Palin ya había agradecido a este prócer de la iglesia pentecosteliana sus "muy poderosas invocaciones" para convertirla en gobernadora de Alaska.
Aún más paranoico es el hecho de que el religioso Muthee, de acuerdo a las informaciones del respetado medio The Christian Science Monitor, se cree un consumado cazador de brujas, un nostálgico de los tiempos de Salem con vocación de inquisidor neocontemporáneo. Muthee presume de haber liberado de la brujería a la ciudad de Kiambu, en su Kenia natal. Hasta allí viajó para liderar una campaña de búsqueda, localización y captura de la fuente de la que procedía el mal.
Con la cruz como espada, el abrasivo pastor alzó su dedo en llamas para señalar a una mujer local, conocida como Mama Jane, como responsable de tres accidentes de coche que habían ocurrido supuestamente cerca de la clínica donde trabajaba esa mujer. Con esa estupenda evidencia empírica, y tras instigar a que policías del pueblo disparasen armas de fuego dentro de la clínica, Muthee descargó su misericordia sobre Mama Jane en forma de ultimátum: "O te conviertes al cristianismo y aceptas a Jesús, o deberás ser desterrada de la ciudad". La respuesta de Mama Jane fue largarse de la cueva atávica de inquisidores, y el corolario lo puso el propio Muthee tiempo después, en un vídeo promocional de sus poderes. "Nosotros oramos y ayunamos, y el Señor nos mostró un espíritu de brujería en el lugar", resumió el clarividente mensajero de Dios.
Estas amistades peligrosas de Sarah Palin nos hacen pensar en un fabuloso debate contra el otro aspirante a vicepresidente, Joe Biden, que tendrá lugar el viernes 3 de octubre. ¿Llevará la leña y el fuego Palin para hacer un aquelarre en prime time televisico y hundir ante los ojos de América a su rival demócrata? ¿Sacará en su monólogo final un muñeco de Barack Obama con cuernos y le pinchará con saña? ¿Se tirará al suelo rasgándose las vestiduras y echando espuma por la boca, señalando a Biden como portador del Maligno? Esperamos con ansiedad a que la iluminada Palin nos muestra el camino de los justos durante le debate...
jueves, 25 de septiembre de 2008
Michael Moore, de gratis en la red
"Yo no hago cine-ojo, hago cine-puño", dijo una vez Einseistein, cuando le preguntaron por el trabajo del otro pope del cine soviético de la época, el documentalista Vertov. Einsestein profesaba una fe atea inquebrantable en el monjaje como manipulador de las imágenes para generar ideas, para adoctrinar al servicio de una causa mayor y provocar la respuesta activa del espectador. Mientras, Vertov apostaba por copiar la realidad, por documentar sin injerencias lo que pasaba delante del ojo de su cámara. Michael Moore ha cogido cuarto y mitad de la visión einsteniana y dos tazas y media del concepto de Vertov, y le ha añadido una salsa contemporánea de mordacidad para aderezar con toques de humor los platos que entrega.
Ahora, el cineasta que ha sido capaz de convertir documentales en blockbuster en la taquilla atiza de nuevo con su incisiva cámara. Michael Moore, cronista acerado de los tenebrosos ocho años de reinado mundial de Bush, salta de nuevo a la escena política para intentar dar un humilde empujón a Barack Obama y, de paso, volver a tocar las narices a las huestes republicanas. El director acaba de colgar en internet su nueva película, Slacker Uprising (http://slackeruprising.com/), un filme que narra la gira que hizo por diferentes estados durante la campaña presidencial en 2004, en la que el voto evangélico durmiente aplastó las aspiraciones del demócrata John Kerry. Tomando el fantástico modelo Radiohead, la descarga de la película es gratuita, con el objetivo de que su difusión alcance a todo votante viviente, incluidas "proyecciones en escuelas, iglesias y centros comunitarios", como pide el pripio cineasta.
Si hace cuatro años desnudó el grado de incompetencia máximo de Bush en la desigual Farenheit 9/11 –la escena de George W. tras conocer la noticia del atentado, junto a los críos de una escuela, atontado y con cara desencajada durante 11 minutos, ya ha entrado en la historia del cine-, esta vez Moore se centra en tratar de electrificar el voto joven en Estados Unidos, en llegar a los chavales a ambos lados del espectro político. "Quiero homenajearles, porque van a salvar este país de otros cuatro años más de gobierno republicano. La única cosa que quiero a cambio de este documental es la mayor participación de los jóvenes votantes en las urnas en noviembre", ha asegurado el director.
A pesar del excesivo protagonismo que se otorga en casi todos sus filmes y la manipulación de ciertas escenas más que preparadas, Michael Moore es una ráfaga de viento gozosa y liberadora. Desde los tiempos de su show televisivo The Awful Truth –donde a menudo perseguía a malechores corruptos de Wall Street... qué premonitorio suena ahora-, pasando por la radiografía de la avaricia insaciable de las grandes corporaciones –"¿Promete no volver a emplear a niños de 14 años para hacer zapatillas?, le pregunta al Consejero Delegado de Nike; "No", le dice con rostro de hielo el máximo jefazo-, hasta llegar a la brillante reflexión sociológica de los resortes del miedo en Bowling for Columbine, su mejor película de largo. Más recientemente, en 2007, el director que ha hecho famoso al pueblo de Flint, su lugar de nacimiento en Michigan y localización de algunas escenas de sus obras, estrenó Sicko, donde expuso con menos sarcasmo del habitual y más objetividad periodística el vergonzoso agujero negro del país más rico del mundo: los 47 millones de estadounidenses sin cobertura sanitaria.
Sólo nos queda celebrar el nuevo filme de una de las aves en extinción que sigue haciendo cine político y agradecerle que lo comparta de buen rollo. ¡Gracias, doble MM!
martes, 23 de septiembre de 2008
Las negociaciones con el ayuntamiento de Múnich han sido fluidas y hemos podido montar una serie de carpas en Theresienwiese (Prado de Teresa), donde se podrán degustar los productos de la tierra y libar un bebistrajo, una bebida alcohólica hecha con granos germinados de cebada o trigo fermentado en agua, y aromatizada con lúpulo, boj, casia, etc. Al parecer es algo típicamente bávaro.
Ha llegado a nuestros oídos, que años anteriores se ha realizado algo similar, en concreto, en los 200 años anteriores. Cuando el príncipe Ludwing de Bavaria se casó con Teresa de Sajonia-Hildburghausen en 1810, quiso que toda la gente de Múnich lo celebrara con ellos. El evento fue de dimensiones inimaginables, se organizó una carrera de caballos y se ofrecieron cantidades enormes de comida y de una bebida alcohólica hecha con granos germinados de cebada o trigo fermentado en agua, y aromatizada con lúpulo, boj, casia, etc. a todos los residentes de Múnich. El príncipe decidió volver a celebrarlo al año siguiente junto con el festival de agricultura. Durante los siguientes años, se le añadieron más elementos a la celebración y en 1819 se decidió que el festival se celebraría cada año. Pero nuestro volkfest, nuestra fiesta popular, promete arrasar con todo lo anterior, porque tendrá el espíritu Bobolongo!
P.D.: Creo que habrá cerveza.
lunes, 22 de septiembre de 2008
La rosa de los vientos
Oigo la radio diariamente. Me gusta más que otros medios por su inmediatez y sinceridad. Tengo la sensación de que la gente dice casi lo que piensa. Es un medio más directo. Menos hipócrita. Más intimo. En definitiva, menos televisivo. Esta costumbre la tengo desde hace años y uno se da cuenta que se torna en manía en muchas ocasiones. Uno la noche y la radio como si fueran una pieza forjada, algo necesario en la monotonía del día a día.
Hace ya tiempo descubrí en una sesión de estudio insomne a un tipo que con unos efectos de fondo describía una batalla, y lo hacia con tal ímpetu y derroche que en los primeros segundos me pareció aparatoso. Pero tras prestar más atención y tomar el hilo, me encontré en el paso de las termopilas con mi sucio yelmo de hoplita, parapetándome tras mi escudo. Inhale el polvo, sentí el hierro provocando cortes y heridas mortales, el grito espartano en mi pequeña habitación. Mi primer pasaje de la historia me calo tan hondo que me engancho de por vida a este maravilloso programa. Lleno de secciones originales y honestas, poco a poco, me sentí parte de ese grupo de gente que me contaba historias y noticias nuevas.
Todo es diferente a lo común. Tras cualquier espacio de la rosa se puede afirmar que has aprendido, mínimo, una decena de datos e ideas nutritivas. Y la clave esta en la honestidad del planteamiento, en la fluidez de sus materias, en el respeto a la investigación limpia. Se abordan Ciencia, tecnología, misterio, humor, ecología, historia, leyendas, espionaje, servicios secretos, y todas resultan fascinantes.
El programa comenzó su emisión el 13 de septiembre de 1997, continuando la labor del histórico programa Turno de Noche, que inauguró las madrugadas de Onda Cero con una fórmula peculiar y distinta a la practicada por otras cadenas de radio, dedicadas en esos momentos a la repetición de los programas emitidos durante el día. La rosa en su primera temporada se emitió los sábados por la tarde y los domingos por la mañana, obteniendo magníficos resultados. En 1998 la tarde del sábado pasa a llamarse "La Red", con la intención de acercarse a la cada vez más numerosa audiencia internauta. Ese año se incorporaron Jesús Callejo y Carlos Canales. Posteriormente lo harían Javier Sierra, Bruno Cardeñosa y el mítico Fernando Jiménez del Oso. Paso a ocupar la noche de los fines de semana convirtiéndose en un programa de culto de la radio española.
Hace casi un año, un sábado de octubre, me disponía a escuchar el programa, a descubrir cosas nuevas, como llevaba haciendo casi una década. En lugar de la maravillosa sintonía de la BSO de la película “El ingles que subió una colina pero bajo una montaña”, me encontré la voz entrecortada de un locutor que anunciaba la muerte del director del espacio, Juan Antonio Cebrián, con 41 años de edad. Ese día solo pude aprender una cosa: no sabía lo mucho que admiraba, respetaba y quería a Juan Antonio. Se que puede resultar extraño o exagerado hablar así de una persona que simplemente dirigía un programa de radio pero para mi no era solo eso. Era un maestro, el mayor divulgador que yo he podido conocer en un medio de comunicación, una buena persona, un amigo. Nunca le vi, ni le estreche la mano, pero siempre tuve la sensación de estar en el estudio de radio junto a el y su equipo, enriqueciéndome y sintiéndome uno mas. Mi imaginación se disparaba, domestica pero libre.
Algunas de sus mejores secciones son:
Tertulia de las Cuatro C: Carlos Canales, Jesús Callejo, Bruno Cardeñosa y en ocasiones con otros invitados relacionados con la temática, escritores, periodistas, etc. Desde esta sección surgió el libro "Enigma" de los cuatro editores. La cuarta C siempre será Juan Antonio Cebrián.
Monográficos Zona Cero: temas de actualidad y clásicos como las psicofonías. La mayoría es obra de Canales y Callejo.
Pasajes de la Historia: narrados de forma magistral por Cebrián con un cuidado ambiente sonoro. Han dado lugar a dos libros con el mismo nombre.
Versus: con el formato de los Pasajes de la Historia enfrenta a personajes que convivieron en el mismo periodo y tuvieron una relación generalmente enfrentada.
En esta página podéis bajaros los mp3 de todos los programas desde 2004, con una breve descripción de cada uno de ellos:
Algo más de información:
Lema del programa:
lunes, 8 de septiembre de 2008
Políticas alfa, primeras damas omega*
En un capítulo de la segunda temporada de Mad Men, espléndida serie centrada en el Nueva York de los años sesenta, el imperio de los machos, la rica, sensual e inteligente pareja de un famoso cómico y el atractivo protagonista de la serie, un brillante director creativo de una agencia publicitaria, sufren un accidente de coche, en medio de una escapada adúltera con el alcohol de gasolina. El tipo, un personaje que arrastra una infancia tortuosa, que pareciera vivir la vida de otro, incapaz de empatizar con ser humano alguno, incluida su bella esposa, decide llamar a una compañera de trabajo para pagar la fianza y tapar el suceso para que nadie se entere. Diligente y sumisa, la chica veinteañera -Peggy Olson- les recoge en plena madrugada a decenas de kilómetros de distancia, paga la multa y alberga en su casa a la mujer del cómico –Bobby- un par de días, los suficientes para que desaparezcan los moratones del rostro y evitar que nadie haga preguntas.
Durante las 24 horas de convivencia entre ambas, la millonaria Bobby, que disfruta de la humildad y el olor a hogar del pequeño apartamento de la muchacha, trata de acercarse a su anfitriona, de intimar un poco, de agradecer sinceramente el gesto de que la acoja y, de paso, saciar su curiosidad de por qué está haciendo algo tan desinteresado. A pesar de la diferencia de estatus social, le habla desde el corazón, buscando una mano cálida para pasar el susto del accidente y, por qué no, creyendo por asegurada la complicidad femenina, que debería darse por hecho para sobrevivir en esta jungla de testosterona, machista y conservadora, que era la América –o el mundo, mejor dicho- de lo sesenta. Desde la experiencia de muchos años jugando y venciendo al juego de los hombres –aunque con otras armas-, también aprovecha para aconsejar a Peggy que no haga ese tipo de favores a su jefe, que eso no entra en su sueldo.
Sin embargo, la muchacha, que ha sido recién ascendida de secretaria a creativa junior y que está obsesionada por hacer carrera, se muestra distante y seca, con cierta altivez, cortando de raíz cualquier conversación sobre los hombres o sobre el supuesto interés sentimental en su jefe. Como todo un macho de la época, se muestra con aire de superioridad, agresiva, desinteresada en cualquier asunto que pudiera calificarse de "femenino". No está para confidencias íntimas de chicas. Peggy ha aprendido a enterrar y a no mostrar sentimiento alguno por un doloroso hecho de su pasado, a ser una roca por fuera y huir de cualquier gesto de debilidad. Al final, consciente de la actitud impostada de su anfitriona, Bobby le dice mirándole a los ojos: "Nunca conseguirás ese despacho hasta que comiences a tratar a Don [su jefe] como un igual. Y nadie te dirá esto, pero no puedes ser un hombre. Ni siquiera lo intentes. Sé una mujer. Cuando lo haces correctamente, es algo muy poderoso". La frase hace mella en la muchacha, siente que le han radiografiado con sutileza y, por primera vez en el capítulo, le devuelve una sonrisa y una mirada sin dureza a Bobby.
Con casi medio siglo de diferencia, y cambiando la ficción por la realidad, la secuencia de Mad Men me vino a la cabeza el otro día, al escuchar el discurso de Sarah Palin en la convención republicana celebrada en Minnesota. ¿Tiene que seguir jugando la mujer a ser un hombre para poder entrar en los círculos de poder real? Palin fue dialécticamente agresiva, con varios directos a la mandíbula de Obama, representando el papel de galvanizadora ideológica de los republicanos y dejando la antorcha del reformismo y el supuesto bipartidismo a McCain. "¿Sabéis la diferencia entre un pit bull y una hockey mom? La barra de labios", soltó la candidata a vicepresidente en un momento de su perfectamente elaborado speech. No se refugió en el victimismo y su discurso fue cien veces más eléctrico que el de su jefe McCain. A Palin la vieron casi 38 millones de telespectadores en EEUU, prácticamente los mismos que siguieron a Obama, y una cifra que supera las audiencias de la ceremonia de inauguración de los Juegos de Beijing y la de la gran final de American Idol, el programa más popular del país.
Está claro que la figura de la gobernadora de Alaska ha despertado un interés descomunal, fruto de la exhaustiva cobertura mediática de su designación y las múltiples revelaciones en cadena alrededor de su figura política. El pasado martes tratamos de desnudar en este rincón bobolongo las incongruencias intelectuales y la doble moral de la candidata republicana. ¿Hubo exceso de ensañamiento?, ¿cierta misoginia? Para evitar tics reaccionarios, uno se tiene que estar alerta, debe mirarse en el espejo a diario. Así que mi cabeza dio vueltas a esas preguntas al día siguiente. Creo sinceramente que los estacazos a Palin simplemente fueron producto de su ideario ultraconservador e hipocresía rampante; en este ágora ha habido entradas mucho más duras contra Bush, y él es todo un macho... Pero, en fin, a veces uno no es muy bien juez para autoanalizarse, y hay que estar preparado para aceptar y masticar cualquier crítica razonada.
Más allá de las aventuras y desventuras de la moralista gobernadora de Alaska, su irrupción sirve de interruptor para divagar acerca del papel que se le reserva a la mujer en la alta política estadounidense. Una reflexión incitada también por la citada Mad Men. En la noche de su derrota en las primarias, Hillary Rodham Clinton –recuperó su apellido de soltera tras el affaire Lewinsky- esbozó un inspirado discurso de concesión, donde habló de los "18 millones de grietas" –el número de votos acumulados en su campaña- que habían hecho temblar el techo de cristal. Curiosamente, Hillary empezó a ganar estados en las primarias cuando abandonó su discurso de ataque sin tregua a Obama –llegó a insinuar que estaba ahí sólo por ser negro-, su latiguillo de súper Comandante en Jefe, de presidenta capaz de "borrar de la tierra a Irán", de "quién está mejor preparado para recibir una llamada a las 3.00 de la madrugada (una pregunta trampa que equivalía a decir: yo soy más macho que Obama, él es un pusilánime y se le comerán los terroristas con patatas).
Sometida a la presión de ser la gran favorita, Hillary trastabilló sin encontrar el camino adecuado en su discurso, y perdió la batalla con Barack Obama durante los meses que pasó disfrazada de dura de la política. Cuando se emocionó en público y amagó con unas lágrimas furtivas, subió varios puntos en las encuestas. Dejó entrever lo jodido que es pelear por hacerse un hueco y tener que demostrar a diario que ser mujer no implica ser débil. Echó en cara a sus contrincantes demócratas en algún debate su sibilino machismo. Pero enseguida retomó posturas y, sobre todo, un tono agresivo respecto a su rival demócrata que enterró sus posibilidades. La metamorfosis de Hillary de audaz voz de los demócratas, portadora de la argumentación como mejor arma y ajena al juego sucio y las balas del club de los hombres de la política estadounidense, a hembra alfa, modelo Condoleezza Rice, fue más que evidente.
Cuando su marido alcanzó la presidencia del país allá por los noventa, Hillary fue masacrada por el partido Republicano y los comentaristas de la derecha rancia mediática, con un poder tremendo en Estados Unidos. ¿Su pecado? Buscar un papel relevante en la administración e intentar pergeñar una ley que garantizase la cobertura sanitaria universal a los ciudadanos: –unos 45 millones de estadounidenses no tienen seguro médico, cinco más de los 40 que había cuando legó Bush al poder-. La acusaron de comunista, de querer socializar(?) la sanidad, y el mensaje caló en la adocenada ciudadanía. Entre los lobbies y los regios miembros republicanos del Congreso engulleron a la Hillary de principios de los noventa, aún idealista y de un profundo perfil socialdemócrata. Además, Hillary fue lapidada en la plaza pública por su supuesta enorme influencia sobre Bill Clinton y por excederse en sus funciones de primera dama: caridad, sonrisa Tom Cruise 24 horas, fotos con los viejecitos y sesiones de laca antes de cada discurso.
Toda esa obscena campaña de manipulación contribuyó a que la ahora senadora por Nueva York registrase índices de desaprobación cercanos al 60%, justo lo contrario que su marido, a quien llegaron a apoyar dos terceras partes de los ciudadanos. Y toda esa presión transmutó a Hillary en una política muy diferente, en una senadora que se apuntó la primera para apoyar la invasión de Irak, las escuchas telefónicas, los métodos de Abu Ghraib y Guantánamo y la identificación monolítica con Israel.
Sarah Palin, a pesar del toque sentimental de sus retoños, omnipresentes en todos los escenarios, ha adoptado la misma clase de identidad alfa que la Hillary post 11-S. Pareciera tener que demostrar que es más republicana que ningún republicano –casi nadie aboga por prohibir el aborto tras una violación, ella sí-, más cristiana que cualquier evangelista –"Irak es una misión divina"-, más ansiosa por perforar Alaska que todas las compañías petroleras juntas –"no creo que el cambio climático sea acción del hombre"-. Ya hay suficientes datos en la red que indican que la Sarah Palin debutante en la política, la alcalde de la pequeña ciudad de Wasilla en los noventa, tenía una visión de las cosas mucho más abierta, cuando quería hacer un pueblo "más cosmopolita". Ahora jamás habla de la desventaja social de la mujer, omite cualquier guiño a las minorías y es inmune a las debilidades: no hay quien la gane en horas de trabajo. La agresividad, el individualismo salvaje, el Dios mercado capitalista y el ataque populista al oponente son su abecedario.
Condoleezza, Hilllary o Palin parece que decidieron hace tiempo jugar a ser hombres para triunfar en la feroz política estadounidense. Mientras, al otro lado del río, las primeras damas de Estados Unidos han cogido la piel de las hembras omega. Ha cambiado poco desde la época de Mad Men y los tiempos en que Jacqueline Kennedy enseñaba la casa blanca en prime time televisivo, cual Isabel Presley a sus invitados que se presentan por sorpresa en Navidad.
A principios de los noventa, apaleada por los machos y tras el fracaso de su reforma sanitaria, Hillary optó por meterse en el caparazón y cumplir el papel histórico-florero de la primera dama.
Cuatro años antes, Barbara Bush, la esposa de George padre Bush, fue un mueble de pelo blanco que se limitaba a sonreír y a ir a misa durante el mandato de su marido. Laura Bush, la esposa del actual presidente, ha dividido su tiempo entre inauguraciones y visitas caritativas. El mismo personaje con el guión escrito se le reserva a Cindy McCain, una heredera que nació rica, que ha pasado la mitad del tiempo en el quirófano y la otra decidiendo qué cóctel tomar, que ha reconocido que robaba barbitúricos en la ONG médica donde trabajó en los noventa, pero a la que le han dado una pátina impoluta de maravillosa mujer del héroe de guerra McCain. Que está prohibido improvisar lo muestra el hecho de que Laura y Cindy comparten defensa del derecho del aborto, pero es una postura mantenida casi en un susurro, deslizada en alguna entrevista furtiva, y luego negada en comunicados oficiales de la Casa Blanca.
A esta corriente de hembras omega con miedo a levantar la voz se puede estar uniendo Michelle Obama, señora de Barack Obama. Una mujer inteligente, profesional exitosa en un hospital de Chicago, brillante como su marido en la oratoria y con opiniones propias que, al menos hasta hace unas semanas, no tenía miedo de hacerlas públicas. Pero un buen día se le ocurrió decir en un mitin que no se había sentido orgullosa de su país en ocasiones pasadas, y los guardianes de la buena conducta patriótica comenzaron el proceso de demolición. Desde entonces, ha limitado sus discursos políticos, y en la reciente convención demócrata se pasó sus quince minutos declarando su amor incondicional a Estados Unidos. Paralelamente, la atractiva Michelle va añadiendo tela y recato a sus trapitos, incluido el pin de las barras y estrellas, mientras aumenta sus apariciones en revistas y programas televisivos de público mayoritariamente femenino, en los que cultiva su perfil de amantísima ama de casa. Así las cosas, de ganar su marido las elecciones, es más que probable que pase a engrosar el club histórico de primera dama omega.
*Cortesía de Wikipedia: En los seres humanos, el macho alfa se refiere a un hombre poderoso o en una alta posición social, similar a la masculinidad hegemónica. El término macho omega es un antónimo frecuentemente usado en un modo despreciativo o autodespreciativo para referirse a machos en el escalafón más bajo de la jerarquía social. Un omega será subordinado tanto del alfa como de beta.
martes, 2 de septiembre de 2008
La insoportable levedad de Sarah Palin*
*Título prestado del editorial de Arianna Huffintong, editora del diario online The Huffington Post.
Luchadora contra la corrupción; adalid del control del gasto social gubernamental; cazadora conspicua, miembro de la Asociación Nacional del Rifle; ejemplar madre de cinco churumbeles, incluido un niño con síndrome de Down y un primogénito de camino a honrar a su país en Irak; jugadora de hockey hielo; apóstol anti abortista, incluso en los casos de violación; abogada de la abstinencia sexual prematrimonial; defensora de la enseñanza del creacionismo en la escuela pública y contraria a la de la educación sexual; crítica de las reservas naturales en Alaska y negacionista de la relación entre el cambio climático y la acción del hombre. Faltarían párrafos para glosar la insigne figura de Sarah Palin, la candidata a vicepresidenta elegida por John McCain en la carrera presidencial de Estados Unidos.
Un currículum modelado con el cincel de Praxíteles para encajar de forma sublime en el ideal del votante evangélico, núcleo duro de la base de electores del partido Republicano. ¡Y encima mujer! Para que aprendan los liberales. Súper Mami Sarah Palin encarna los valores genuinos de la familia tradicional estadounidense. Frente a las élites izquierdistas de Washington y Nueva York, ella es la verdadera América, orgullosa de su revólver, su puritanismo de salón, su moral impoluta y su destino-providencia como nación tocada por el dedo de Dios para llevar la luz y la democracia al mundo. La anti-Hillary, la máquina de parir y trabajadora incansable, que acepta como un regalo del Altísimo el bebé con síndrome de Down y a los tres días de tenerlo está en su puesto de trabajo como una machaca. Una superdotada que gobierna Alaska, cuida de cinco hijos, caza, dispara y ora, y cada día lleva a sus niñas a jugar al hockey. Así sí que pueden entrar las mujeres en el club de la político-testosterona. Tirando de Mecano y cambiando el sexo a al protagonista de la canción: Esta chica es una joya, nadie me la va a quitar. Hace todo lo de casa y le da tiempo a currar. Y ya no pueeedo másss.... y ya no puuuuuuedo más...
Pero la maravillosa y perfecta americana Sarah Palin, la santa santorum del helado territorio de Alaska, lleva su cartuchera del rifle de cazadora repleta de balas falsas. En el país donde crece fértil y robusta la hipocresía, resulta que la aspirante a vicepresidenta es mucho más humana de lo que pretende aparentar ser. Su pátina de "Oh, temerosa de Dios“ no ha servido de nada para evitar que su hija adolescente, al más puro estilo Jamie-Lynn Spears, se quedase embarazada recién cumplidos 17 años. ¿Qué hay de la abstinencia prematrimonial?, ¿de la oposición frontal a la educación sexual en los colegios? Para regatear estos posibles interrogantes, los republicanos ya han puesto en marcha su maquinaria para explicar que el bombo de la niña es una muestra más de que Sarah Palin es la América real. Porque, como dice en Pablo Pardo en el blog de El Mundo, 'Crónicas desde EEUU', "Estados Unidos tiene una tasa de embarazos adolescentes similar a la de Sudáfrica o Indonesia, y muy por encima de la de Europa Occidental". Por tanto, los Palin son una familia como cualquier otra. Además, ella representa a la América Wal-Mart, la cadena gigante de hipermercados donde compran semanalmente 130 millones de estadounidenses. De ellos, según la empresa demoscópica Zogby, el 62% apoya a McCain y sólo el 24% a Obama.
Inyección de euforia para las bases y mensaje de reforma
Este año, las elecciones en Estados Unidos no se van a decidir ni por Irak, ni por el color blanco o negro de los candidatos. El verde va a ser el tono de moda, y no precisamente en su versión medioambiental. El dólar, el estado del bolsillo del ciudadano, los precios de la gasolina, la inflación y el paro van a marcar mayoritariamente la tendencia del voto. Por eso, aparte de electrificar al votante evangélico republicano con las inmaculadas credenciales cristianas de la candidata, John McCain, con merecida fama de político singular y enfrentado muchas veces a su propio partido, ha optado por alimentar su cartel de anti-establishment con Sarah Palin, madre abnegada de 44 años y gobernadora en su primer año de mandato. En lenguaje político-tecnócrata gringo, una potencial game changer, una política diferente, en teoría capaz de alterar el curso de la campaña y romper la monótona igualdad de las encuestas en favor del candidato republicano.
Al igual que McCain, ella se define como una inconformista de la política y una campeona de la reforma. Su aureola está construida alrededor de su enfrentamiento con ciertas vacas sagradas y machistas del partido republicano en Alaska y el impuesto extra que estableció para las petroleras que operaban en el territorio, un dinero que repartió entre los ciudadanos del estado en cheques de más de mil dólares. Una propuesta populista e insolidaria, que recuerda a los lamentables 400 euros de regalo en la declaración de la renta del Gobierno Zapatero. Porque, si se quiere aliviar a las familias, que se haga progresivamente, en función de los ingresos de cada una, premiando fiscalmente el ahorro energético y gravando el despilfarro de combustible, no alimentando la cartera para seguir apretando la manguera de la gasolina.
De cualquier forma, su supuesta cruzada contra la corrupción de los grupos de interés le ha otorgado índices de popularidad en Alaska cercanos al 80%. El hecho de que viva en el estado más alejado de Washington y no tenga experiencia en la capital, en vez de una rémora, es una ventaja para ella. El índice de aprobación del actual Congreso dominado por los demócratas es del 17%, aún más bajo que el 30% que arrastra el inefable George W. Bush. En la tierra de las oportunidades, todos los políticos se declaran anti Washington en campaña electoral, conscientes del hastío creciente de una sociedad con un sistema legislativo arrodillado ante el poder y el dinero de los lobbies. Y a Palin, es innegable que nadie le puede objetar que se postule como el arcángel libre de todo el pecado original de Washington.
Por último, la elección de la gobernadora, que se ha definido como "una hockey mom" –un guiño a las cientos de miles "soccer moms" del país-, pretende arañar en el beligerante electorado de Hillary Clinton, esos 18 millones de votos que agrupó durante las primarias y cuyo descontento hacia Obama ha puesto al partido Demócrata contra las cuerdas –hasta un 25% de los votantes de Hillary asegura que apostará por McCain en noviembre-. Pero, en este sentido, es bastante posible que a la cazadora le salga el tiro por la culata. Sus posturas fundamentalistas respecto al aborto es casi seguro que, al mismo tiempo que activarán a muchos de los votantes durmientes evangélicos, razón aplastante de la victoria de Bush en 2004, le alejarán de los dolidos votantes de la senadora de Nueva York.
Hasta aquí las razones obvias de la elección de la gobernadora Palin. Ahora toca desempolvar las enseñanzas de primero de carrera de la facultad y echar un vistazo a la solidez de los argumentos de la aspirante a vicepresidenta, acompañando el análisis con declaraciones públicas de la súper mami.
1.- Valores familiares: Dime de qué predicas y te diré de lo que careces
O bien podría valer, haz lo que te digo, no lo que hago. John McCain ya demostró la coherencia del mensaje de valores familiares de los republicanos al abandonar a su mujer por su actual millonaria, mientras su esposa de toda al vida luchaba por superar un cáncer. Ahora, la cruz de fuego que porta el mensaje de Palin en forma de estandarte inquisidor también se ha revolcado en el fango de la hipocresía. Hasta en los estados más recalcitrantemente fachas de Estados Unidos –Dakota del Sur, por ejemplo–, la ley respalda el aborto de la víctima en los casos de violación.
Sin embargo, en una entrevista junto a los otros dos candidatos a gobernador en el Anchorage Daily News (leer texto) en noviembre de 2006, Sarah Palin aseguró que “elegiría la vida”, es decir, el tener el niño, en el supuesto de que una de sus hijas fuese violada. Es más, está a favor de regular por ley la prohibición del aborto, y apoya el nombramiento de jueces ultra conservadores en el Tribunal Supremo para acabar con la doctrina de la sentencia Roe vs. Wade, que en 1973 estableció el derecho de la mujer a decidir, un veredicto auténtica bestia negra del movimiento evangelista.
Como nota curiosa, cabe añadir la entrada en escena del supuesto padre de la criatura, “con el que Bristol se casará muy pronto”, según el comunicado citado anteriormente. Un matrimonio de penalti, a los que en Estados Unidos, fieles a su culto a las armas, llaman shotgun marriages -Matrimonios de escopeta-. Pues bien, el sensacionalista The New York Post (leer noticia) ha sacado a la luz la página de Facebook del Romeo de 18 años, Levi Johnston, futuro miembro de la Academia de las Letras. Autodefinido como "un jodido redneck –cuello rojo, autoapelativo de los conservadores sureños– al que le gusta el snowboard y montar motos sucias –guauuu... qué cool–, el chaval engarza siete "fucks“ en cuatro líneas de texto, además de asegurar que "no quiere tener hijos" (¿y ahora?). Johnston añade: "Me gusta jugar al hockey, ir de camping con los colegas, pescar, disparar unos jodidos tiros –vamos, lo típico– y simplemente, divertirme jodidamente, creo... ". La postilla final de "creo" sugiere que parece no estar muy seguro de ello...
Este émulo de Demóstenes concluye su perfil con la reflexión: "Hey, jódeme y te patearé el culo". Resulta casi imposible imaginarse cómo un prodigio de mesura y sentido común así pudo incurrir en sexo sin protección con la chavalina de los Palin.
2.- La educación "cristiana": ataque preventivo al raciocinio
Sarah Palin tiene una idea muy peculiar de lo que debe ser la educación y la sanida pública. Por supuesto, se declara en contra de la investigación con células madre (leer la noticia del Boston Herald).
"Enseñen ambas teorías“, reclamaba Palin. "Uno no tiene que tenerle miedo a la información. El debate sano es muy importante y valioso para nuestros colegios", abundaba. Claro que sí, Sarah, enseñemos las posturas de todos, por qué no también la de los historiadores que niegan la existencia del Holocausto, o la de los pseudo-científicos que hablan de la inferioridad genética de la mujer.
En su vanguardista discurso educativo, Palin incluye el apoyo a los programas escolares que apadrinan la abstinencia sexual, y se declara en contra de los que abogan por la educación sexual. "Nunca tendrán mi apoyo", sentenció en un cuestionario rellenado en 2006 durante su campaña para ser gobernadora de Alaska (leer).
Frente a la extraordinaria lucidez de la política de Alaska, se contraponen los tozudos datos de la Campaña nacional para prevenir el embarazo adolescente en EEUU, cuyos estudios reafirman que los cursos que sólo se concentran en la abstinencia no reducen la actividad sexual, el embarazo adolescente o la transmisión de enfermedades. Para muestra, los datos que aporta la citada asociación: cada día, 10.000 adolescentes de Estados Unidos contraen enfermedades de transmisión sexual, 2.400 se quedan embarazadas y 55 se contagian con el el virus del SIDA.
Por último, en un entrañable gesto hacia los homosexuales, Palin es una furibunda crítica de que las parejas del mismo sexo puedan acceder a beneficios del estado, y está a favor de una enmienda constitucional que lo prohíba a nivel nacional.
3.- La supuesta cruzada contra la corrupción: la amenaza del 'Troopergate’
John McCain respondió entre risas hace un par de semanas que no sabía cuántas casas tenía (la respuesta correcta es siete), mientras señalaba sin mover un ápice su rostro de palo que todo aquel por debajo de los 5 (¡!) millones de dólares anuales pertenecía a la clase media. Su impecable esposa, continuó con el desternillante chiste asegurando que el avión privado era su medio de transporte favorito. Con esta espléndida hoja de presentación de su jefe, no era de extrañar que la fama de reformista y azote de la corrupción de Palin fuese también un cuento para no dormir republicano.
La gobernadora está siendo investigada por posible abuso de poder (leer noticia) al cesar al comisario de policía de Anchorage, la capital de Alaska. Se le acusa de echarle porque se negó a despedir al cuñado de Palin, Mike Wooten. Wooten estaba embarcado en un complicado proceso legal con la hermana de Palin por la custodia de los hijos de la pareja.
El supuesto nepotismo de Palin ha hecho a la prensa estadounidense tirar de hemeroteca, y encontrarse con otro inquietante agujero negro en la carrera política de la aspirante a vicepresidenta. Fue en 1996, cuando era alcaldesa de la pequeña ciudad de Wasilla, de menos de 5.000 habitantes. Palin estuvo cerca de ser revocada cuando despidió al Jefe de Policía y al Director de la Biblioteca por no apoyarla en su campaña hacia la alcaldía. “No estaba apoyando mis esfuerzos para gobernar”, fue la no justificación de la política de Alaska. (leer información)
4.- Independiente de los grupos de presión: no de los del petróleo...
En un estado como el de Alaska, que ha visto el procesamiento de nueve altos cargos públicos en los últimos dos años por vínculos con Veco Corp., compañía de servicios petroleros, la reputación intachable de la número dos de McCain también se está manchando de chapapote. Hasta 2005, perteneció al Grupo 527 llamado 'Ted Stevens, excelencia en el servicio público', donde se empezó a dar a conocer en los círculos políticos de Alaska. (leer información) Stevens es un infame senador, conocido por su 'Puente a Ninguna Parte', una infraestructura enorme, de 500 millones de dólares, que conectaba un pueblo diminuto con una isla aún más diminuta en Alaska, que fue tirado abajo en el último momento por el Congreso de EEUU en 2005.
5.- La seguridad se juega en Iraq: ¿una misión divina o una guerra por el petróleo?
Otro campo de minas para Sarah Palin es su bizarra posición acerca de la guerra de Irak. En sus declaraciones al respecto más recientes, la sorprendente gobernadora regaló un impagable discurso en su parroquia de Pentecostés en Wasilla, ante una promoción de graduados universitarios. Una iglesia, por cierto, cuyo pastor principal, Ed Kalnins, también guía espiritual de Palin, ha llegado a pedir en sus homlilías "el destierro al infierno para los críticos de Bush" y ha cuestionado que los votantes de John Kerry en 2004 "puedan llegar al cielo". Si a Obama la derecha mediática le quemó en la plaza pública por las abrasivas homilías de su ya ex pastor Jeremy Wright, ¿qué dirán ahora del pastor vengador de Alaska?
Pues en la misma línea cavernícola-fundamentalista se encaja el último y atroz discurso de la gobernadora. ¡Cómo es que no nos habíamos dado cuenta antes!... La invasión ilegal de Iraq, al parecer, fue debido a la voluntad del Todopoderoso (leer artículo). "Oremos por nuestra tropas, que se esfuerzan por hacer lo correcto. Oremos también por nuestros líderes nacionales, que envían a los soldados para cumplir una misión que proviene de Dios. Tenemos que estar seguros de que oramos por ese plan, y que ese plan es el de Dios", clamó al cielo Palin. Minutos antes, la gobernadora había pedido también los rezos de los congregados para empujar la construcción de un nuevos gaseoducto de unos 3.000 millones de euros, que se edificará en Alaska: "Creo que Dios ha tenido que ver y está teniendo que ver en juntar a la gente y a las compañías para construir el gaseoducto. Así que oremos por ello". La verdad es que el Señor tiene que estar ocupadísimo con Sarah Palin. Sería para carcajearse si el personaje no diese miedo.
Y respecto a las razones de la guerra, en una entrevista con Business Week (leer texto), las dejaba bien claras: "Somos una nación en guerra y, en muchos sentidos., las razones de esta guerra tienen que ver con las fuentes de energía". El petróleo, para los no iniciados.
6.- Soy de Alaska, defiendo el medio ambiente: ¡a cubierto, osos polares!
Palin cree que se exagera sobreprotegiendo las reservas naturales de Alaka, es una ferviente defensora de aumentar la perforación de petróleo en el estado y cree que eso del cambio climático es una conspiración de grupos anarquistas como Greenpeace o el panel mundial de científicos de la ONU. Una postura analfabeta en contra del 61% de sus compatriotas estadounidenses (ver encuesta), incluido (sólo recientemente) el presidente Bush, que no pone en duda que la acción del hombre acelera el cambio climático.
Así que, el ideario ecologista de Palin podría resumirse en estos tres manguerazos con olor a queroseno:
A) Perforar es la respuesta
Palin ha apoyado sin fisuras perforar para buscar petróleo y gas natural en Alaska, incluido en el Refugio Nacional de Vida Salvaje del Ártico: "Tengo que estar en desacuerdo con cualquier candidato que diga que no podemos seguir perforando o que el hecho de tener más suministro no acabará afectando a los precios. Por supuesto que afectará a los precios", señaló en una entrevista con el diario Investor's Business Daily.
B) Los osos polares no necesitan protección
Se ha opuesto a que estos animales, que trabajan a jornada partida para Coca Cola, estén en la lista de seres vivos amenazados por el hombre, recogidos en la Ley de Especies en Peligro aprobada en el congreso de EEUU. Ni corta ni perezosa, la gobernadora pleiteó con el Gobierno nacional para que revocase su decisión de incluir a los osos en esta ley.
C) El calentamiento global no es nuestro problema
"Un medio ambiente cambiante afectará a Alaska más que a cualquier otro estado, debido a nuestra situación. Sin embargo, no soy de aquellos que atribuyen el cambio climático a la acción del hombre", puntualizó visionaria en la revista Newsmax, en una edición que verá la luz ahora en septiembre.
7.- Obama no tiene experiencia en seguridad nacional: Y Palin... ¿con quién ha empatado?
Los republicanos han hecho de la supuesta falta de preparación de Barack Obama para asumir el puesto de presidente y, por ende, de Comandante en Jefe, su principal caballo de batalla durante la campaña electoral. Curiosamente, debe de ser sólo bajo los ojos de la América republicana que un negro, graduado en abogacía por Harvard, con doce años de experiencia en política mayor, primero senador estatal en un estado grande como Illinois, y luego cuatro años en el Comité del Senado de Relaciones Internacionales, está incapacitado para ser presidente. Eso sí, una blanca con 19 meses en la política nacional, graduada en periodismo, cuya experiencia ejecutiva se limita a un mandato al frente de la alcaldía de Wasilla, de 4.600 habitantes, y un año de gobernadora del Estado menos poblado del país, sí que tiene un bagaje fuera de toda duda para hacerse con el bastón de mando y liderar la guerra contra el terrorismo desde el primer día.
A su absoluta inexperiencia internacional –hasta finales de 2007, cuando visitó a las tropas en Irak, nunca había viajado al extranjero-, se le suma su mayúsculo desconocimiento de la propia historia estadounidense. El Juramento de Lealtad (Pledge of Allegiance) es un juramento a Estados Unidos y su bandera que se suele recitar, al unísono, en acontecimientos públicos y especialmente en las aulas de los colegios públicos. Hace poco más de un par de años, cuando arreció la polémica en el país acerca de si se debía o no mantener la expresión "Under God" (bajo Dios) del Juramento, para separar religión de Estado, Palin contestó muy segura de sí misma:
"Nunca en la vida. Si esa expresión fue lo suficientemente buena para nuestros padres fundadores de la Constitución, es lo suficientemente buena también para mí, y lucharé en defensa de que se mantenga el actual Juramento de Lealtad".
Lamentablemente para Palin, la historia se empeña en demostrar lo contrario. La expresión “Under God” no fue añadida al Juramento de Lealtad original, que data de 1892, hasta 1954, en pleno apogeo del siniestro maccarthismo. Jefferson, Madison, Hamilton y compañía no tuvieron nada que ver en ello.
Una vez expuestos todos los hechos en forma de sábana santa, queda la conclusión. Este Bobolongo puede denunciar, con pausa y una sonrisa en la boca, la insoportable levedad de Sarah Palin para ser candidata a la vicepresidencia del gobierno del mundo. Y como, decía con sarna un comentario del usuario playsindirt en Think Progress, Sarah Palin parece estar a tan sólo unos años de participar en Bailando con las estrellas, popular reality-infumable de la televisión gringa.