sábado, 28 de junio de 2008

Gates takes gate

Existen personajes que parecen acompañar a uno durante toda su vida y que son iconos de la sociedad occidental. Ayer al salir por última vez de su despacho, Bill Gates, ese listo gafotas, al apagar el ordenador habrá escuchado la tonadilla de despedida de Windows, y haciendo balance, alucinará con hasta qué punto ha cambiado la vida de millones de personas en el mundo. O quizá solo recuerde algún tartazo, o algún fallo en la presentación de uno de sus programas, quién sabe. El caso es que su vida es el paradigma de hombre hecho a sí mismo, el sueño americano de tanto ciudadano. La fortuna de Bill Gates es igual al PIB de Honduras, Nicaragua y Panamá juntos. Y si nos vamos a África supera a la suma de todos los países de la región extremo-occidental, es decir, Cabo Verde, Gambia, Guinea Ecuatorial, Guinea Bissau, Liberia, Senegal y Sierra Leona.

Todo empezó hace 33 años, con la visión de un ordenador en cada escritorio, algo que por aquel entonces era poco menos que una coña. En 1975 fundó en Alburquerque junto a Paul Allen, su propia empresa de producción de software informático, Microsoft Corporation, ocupando el cargo de presidente y director general; su negocio consistía en elaborar programas adaptados a las necesidades de los nuevos microordenadores y ofrecérselos a las empresas fabricantes más baratos que si los hubieran desarrollado ellas mismas. En 1979 Microsoft comenzó a crecer (16 empleados), momento en que decidió trasladar su sede a Seattle. Su primer gran acierto fue versionar el lenguaje Basic para los primeros ordenadores. El segundo, convencer al gigante IBM que la llegada del ordenador personal era inevitable y que su primer PC tenía que usar el sistema operativo MS-DOS, adquirido y perfeccionado por Microsoft. En el acuerdo, el monstruo del hardware cometió un enorme error que favoreció a Gates: permitir que su programa pudiese ser vendido a otros, lo que creó una industria paralela de máquinas compatibles con el sistema operativo. Volcado en un proceso de innovación tecnológica acelerada, en 1983 volvió a revolucionar la informática personal con la introducción del “ratón”; en aquel mismo año fue cuando Allen dejó Microsoft, aquejado de una grave enfermedad.

En 1985, decidió prestar atención a ese ordenador llamado Macintosh que producía Apple Computer. Lo copió sin ningún pudor y revolucionó el mundo de los programas informáticos con el lanzamiento del primer Windows, un sistema bastante pobre que ampliaba las prestaciones de MS-DOS e incorporaba una interfaz gráfica de usuario. En 1986 Microsoft salió a Bolsa con un éxito arrasador, con unas acciones en subida constante que hicieron a Bill Gates millonario con tan solo 31 años. Tuvo numerosos problemas con las patentes del Macintosh y con este panorama Bill volvió a llamar a la puerta de IBM y desarrollaron juntos el OS/2, un sistema basado en ventanas bastante mejor que las primeras versiones de Windows. Esta novedad provocó que numerosos fabricantes de equipos preinstalaran Windows en los ordenadores que vendían, lo que contribuyó a convertir a Microsoft a principios de los 90 en la empresa líder de la industria del software (reforzada por su victoria en el pleito contra Apple en 1992) con una facturación anual de más de mil millones de dólares.

Las nuevas versiones del programa como Windows 3.0 eran realizadas exclusivamente por Microsoft, suponían la ruptura con IBM, y fueron muy bien recibidas por los usuarios. El despegue definitivo de Windows se produjo en 1995, cuando por primera vez el lanzamiento de un sistema operativo fue portada en los periódicos. Aparecía Windows 95, en cuya campaña de promoción a escala mundial Bill Gates asumió el papel de profeta de la sociedad cibernética, gurú de la nueva era, el demiurgo de un futuro robotizado, y para algunos la encarnación de lucifer sobre la tierra (sobre él deben existir miles de leyendas urbanas). Su rápido enriquecimiento y su discurso visionario, ha gozado de gran audiencia entre los jóvenes emprendedores por proceder del hombre que simboliza el éxito material basado en el empleo de la inteligencia (aunque ello sería discutible). Esto hizo que su libro The Road Ahead fuera uno de los más vendidos en 1995. De lo que no cabe duda es que las innovaciones amparadas por Gates han permitido la rápida difusión de la informática personal y han cambiado sustancialmente la forma de transmitir y consumir información.

A pesar de todos los errores estratégicos que ha cometido Microsoft, más del 90% de todos los PC's del mundo funcionan hoy en día con Windows y mantiene una cuota de mercado del 75% en los navegadores con Internet Explorer. Aún hoy, Microsoft obtiene la mayor parte de sus beneficios de miles de millones de su sistema operativo "Windows" y de sus productos "Office". Pero parece que el viento ya no sopla como antes y el navío empieza a tener problemas para mantener el rumbo. Las novedades no han convencido, la ultima versión del sistema operativo, Windows Vista, se reveló incompatible con muchos programas y periféricos. Incluso la compañía se ha visto obligada a seguir suministrando Windows XP, pero dejará de hacerlo el próximo lunes 30 de junio. Esta claro que se enfrenta a desafíos completamente nuevos que le plantean numerosos y potentes rivales. Después de las fracasadas conversaciones de fusión con Yahoo!, el objetivo era Google, líder del mercado en el negocio de la publicidad online, y tampoco fructificó. Empresas como Google o IBM son una competencia directa por ofrecer software gratuito en la red que le quita numerosos ingresos por el cobro de las licencias a Microsoft. Cada vez son más las voces que anuncian el fin del software al estilo tradicional (empaquetado) para los próximos años. Nuevos proveedores, como SalesForce, que ya no venden las aplicaciones en paquetes ni dan las correspondientes licencias, sino que las suministran como servicio a través de la Red, han cosechado un éxito considerable en tiempos recientes. Simultáneamente, las ventas de computadoras Macintosh de Apple, que no utilizan los programas de Microsoft, aumentaron notablemente desde hace un año, subiendo más de 5%.

Con todo este panorama y 52 años de edad, Bill Gates, una de las personas mas influyentes del ultimo cuarto del siglo XX dice que se retira a cumplir una función altruista, dejando atrás una empresa multinacional que registró un volumen de negocios anual de 52 mil millones de dólares el pasado año y actualmente emplea a unas 80.000 personas en total. Entregará por completo las riendas de Microsoft a Steve Ballmer, un antiguo compañero de estudios de Gates que se incorporó a la empresa en 1980 y que desde el año 2000 ocupa el cargo de consejero delegado de la misma, aunque Bill se pasara una vez a la semana para influir y ver cómo va su “pyme”. El cofundador de Microsoft, y durante mucho tiempo hombre más rico del mundo se quiere dedicar sobre todo a fines benéficos. Se supone que lo hará a través de la Bill & Melinda Gates Foundation, que tiene un patrimonio estimado en 37.300 millones de dólares, mas de 500 colaboradores y ha invertido más de 16 millones de dólares en los respectivos programas desde su creación en 2000. Su capital supera incluso los ingresos nacionales brutos de muchos países y la convierte en la fundación más rica del mundo. Por si esto fuera poco, recibió hace unos meses la mayor inyección de fondos del banquero de inversiones norteamericano Warren Buffett (el hombre más rico del mundo con una fortuna privada valorada en 62 mil millones de dólares, según la revista "Forbes"). Buffet, albacea de la fundación, quiere destinar en el futuro el 85 por ciento de su patrimonio a fundaciones benéficas.

Pero lógicamente si miramos la letra pequeña nos daremos cuenta de que no es oro todo lo que reluce (quizá para Bill, sí). Es realmente irónico: según el diario Los Ángeles Times, invierten en brindar salud y educación a poblaciones que viven en zonas en las cuales también la Fundación invierte en empresas que contaminan esas zonas, fomentando enfermedades y degradación en las condiciones de vida de sus habitantes. Por un lado te doy salud y educación, por el te poluciono el ambiente; 423 millones de dólares fueron invertidos en Eni, Royal Dutch Shell, Exxon Mobil corp., Chevron Corp. y Total of France instituciones que son las principales responsables de crear altos niveles de contaminación en la región del delta del Níger. A la vez, se invierte en la salud de los habitantes de esa región, 128 millones fueron donados para luchar contra la polio y ayudar a una enorme parte de la gente de esta zona del Níger. Es raro que un tipo tan inteligente como Gates entre en esta contradicción, ¿o no? Este sin sentido se podría explicar en parte, pensando en hacienda, porque según la ley fiscal de Estados Unidos, cada dólar que se aporta a una fundación es como si se pagase en impuestos. Con lo cual, lo que ha hecho la familia Gates, es dedicar a su fundación el dinero que debía pagar de impuestos al fisco. Cierto es que, estando podridos de dinero, al menos, aportan algo a un mundo con numerosas necesidades y que pese a su hipocresía hacen mas que otros muchos ciudadanos con fortunas escandalosas.
En cualquier caso y pensando en el personaje, creo que su influencia en la sociedad en la que vivimos es enorme y por tanto se merece todo un análisis profundo. Os dejo unos enlaces por si queréis informaros:


Adiós Bill, espero que te "comportes" tan bien en la filantropía como lo has hecho en los negocios.

3 comentarios:

Claudia Hernández dijo...

Ciertamente ¿quien no conoce al tío Bill? Interesante los datos que arrojas sobre la fundación que él y su esposa.

Unknown dijo...

Espero que su Fundación también destine algún fondo a ayudar a los miles de empleados de Microsoft con empleos y sueldos precarios y, por supuesto, la imposibilidad de formar sindicatos sin ser perseguidos y acosados por ello.

Anónimo dijo...

¡¡Se nos va el tío Biiiiiillll!! La gran pregunta es... ¿cuánto le habrán dado de finiquito?, ¿habrá llegado a un acuerdo para poder cobrar el paro? Uupps, se me olvidaba que en Estados Unidos no existen esas cosas comunistas... En fin, me uno a tu deseo, que sea tan endiabladamente sagaz en la filantropía como en su vida empresarial. Lo mejor que tienen los gringos ricos es esa filantropía, aunque sea por temas de impuestos. Ya podría aprender el 99% de los Ortegas, Botines, Aliertas y compañia... todos de la cofradía del puño cerrado, para ahorrar y estampar contra el suelo a sus currantes.