Yo no consumo televisión. No me gusta. Me aburre. Solo se salva alguna retransmisión deportiva. Pero creo que el aparatito influye en lo que sucede y que marca cierta tendencia materialista y de imagen que afecta a gran parte de la sociedad. Supongo que por eso no me gusta. En España, desde mi punto de vista, no se hace televisión de calidad, solo se pretende vender a corto plazo. Los modelos se copian hasta la saciedad, se repiten estructuras que dieron dinero y se varían hacia lo esperpéntico para presentarlas como novedosas. No se da paso a ideas originales, enriquecedoras o transgresoras. Esto es generalizar pero es que solo hace falta ponerse frente al televisor una tarde para darse cuenta que lo que se te ofrece no es ni sincero, ni honesto, ni aprovechable, ni interesante, nada lo guardas en un cajoncito para enseñárselo a alguien que aprecies. Es una perdida de tiempo, pero no una perdida de tiempo de rascarse la barriga, no, es que además, embrutece.
Gustavo Bueno dijo: «La audiencia en la sociedad democrática, es la que manda y la televisión basura tiene que obedecer a esta demanda. Y no ya por razones éticas o morales, sino por razones de simple supervivencia democrática. Lope de Vega, hombre de teatro, conocía las leyes del mercado siglos antes de la televisión: "Si el vulgo es necio, es justo hablarle en necio para darle gusto."» Es decir que cada sociedad tiene la televisión que se merece. El mercado manda. Y es triste que sea así. Es triste una sociedad que engulla sin masticar ni procesar, y es triste que el potencial de la televisión este tan abandonado.
Una de las mentes más preclaras que conozco, Sileno Gaugamela, escribió: «Increíblemente para algunos, hay un 9 por ciento de personas de los que se enchufan a la "caja tonta" que se conectan a La 2 y la ideología de que si no vende es una mierda es denigrante para el ser humano. Por otra parte, ya que el espectro audiovisual está dominado por rayos catódicos de mediocridad no parece demasiado pedir mantener un reducto para los "inadaptados" que vomitan con los talk shows, los programas del corazón, los filmes para subnormales y los telediarios teledirigidos, valga la redundancia. Y lo que es más importante, la riqueza de una democracia se mide en función del respeto a las minorías, y sólo por eso habría que defender esa televisión pública que atrapa a una minoría sí, pero a una minoría fiel que disfruta con el conocimiento.» No puedo estar mas de acuerdo con el gran Sileno. Además, creo que esta idea no se enfrenta a la del profesor Bueno porque no toda la sociedad es necia, incluso hay una parte de ella que vive con el anhelo de hacer crecer su cabezita, evitando el bombardeo de estupidez mediatica que nos rodea.
Si esta usted harto de la dichosa tele, la solución es fácil. Primero, coja el mando de su aparato y busque en su parte superior. Encontrara un botón que generalmente es de color rojo. Sin temor, apriételo firmemente. Aquí no titubee, es importante que lo haga con convicción. Notara un silencio hueco que en los primeros instantes le generara inquietud y en algunos casos ansiedad. No se preocupe, es algo normal al principio. Respire hondo. Paulatinamente ira percibiendo una paz que no conocía. Esta agradable sensación esta exenta de publicidad, ideas pueriles, mentiras camufladas y manipulación. Además puede ser aderezada con una agradable conversación confidente con un amigo/a, con un libro de Cortazar, con un disco de John Coltrane, con un primaveral paseo descalzo por el parque, con una siesta reconfortante, e incluso con una contemplación del techo de cal pensando en el sentido de la vida. Esta percepción distinta de la realidad durara hasta el momento en que vuelva a pulsar el botón rojo. Como recomendación, saque las pilas y escóndalas en un lugar alejado del mando, y pasado un tiempo deshágase del aparato de televisión. Esto ejecútelo con nocturnidad sin que se enteren sus vecinos o le tacharan de subversivo e intentaran arrojarle a la hoguera.
Aquí os dejamos un enlace a cientos de canales on-line de decenas de países. Sobre todo para aquellos que están lejos de casa y sientan cierta morriña de su basura televisiva patria. Entre tanto canal supongo que alguno se salvara.
Consuman televisión con moderación, es su responsabilidad.
2 comentarios:
Genial el enlace. Leyendo a mi querido César Aira, decía (el personaje) en una novela, que él, al contrario de la masa, veía la tele en la noche para desconectar del trabajo diario puramente intelectual, y que al contrario, la masa, que normalmente tiene un trabajo nada intelectual, buscaba (algunos progarmas culturales) en la noche, para suplir la carencia de temas intelectuales en su cotidianidad. Con la TV solo se puede hablar en contadas excepciones de Bueno, como ves, y propones, hay que acudir a la Tv del mundo a ver si se encuentra algo y a veces nos verás haciendo zapping.
¡¡Jaaa, jaa, jaaaa!! Absolutamente genial ese último párrafo con las alucinaciones prescritas a los que se atreven a apretar el botón rojo. Ese Lope de Vega era un vanguardista, ¡un prócer adelantado a su tiempo! Aunque no sé si fiarme del Gaugamela ese... Sería increíble hacer un Día Mundial sin tele, ¿verdad? quizá podríamos proponerlo desde esta atalaya... y más punki, ¡¡el día mundial del hachazo a la caja tonta!! Todo el pueblo, ricos y pobres, blancos, negros y semi caucáusicos, unidos a las 00.00, abriendo sus ventanas. tirando al precipicio sus televisores Matrix. ¡Muerte al tubo catódico que no alimenta el cerebro!
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