
Cuil (pronúnciese cool). Nuevo buscador lanzado por dos ex empleados de Google para hacer frente al gigante.
Quatro. El buscador destinado a reivindicar la pujanza de la Unión Europea. Anunciado a bombo y platillo en 2005, el proyecto sigue aún sin arrancar... ¿a alguien le extraña?
En el principio fue el el verbo, que digo, el MS-Dos. Un imberbe mesías, gafotas y desgarbado, alzó la software-calabaza y todos le siguieron. El reino apocalíptico del arcangel caído de silicio, IBM, llegaba a su fin. Así consta en el libro sagrado de los geeks, en el apartado del Génesis, versículo IV, capítulo III. Pero la tentación, la avaricia y la perversa influencia del maligno apagaron la llama de la libertad con el paso del tiempo, y El Elegido resultó ser un diablo insaciable. Las ventanas que abrió conducían al infierno, aniquiló navegadores como un general de galera romana y la competencia fue aplastada con el puño de las siglas XP. Un buen día de septiembre de 1998, dos antiguos creyentes que profesaban su fe en la universidad de Stanford, Larry Page y Sergey Brin, decidieron comenzar la Contrarreforma, clavando las nuevas leyes 2.0 luteranas bajo el epígrafe de Google.
Una década después, la batalla de la gran red entre el Mal y el Bien está en su apogeo. El Anticristo -Bill Gates- se acaba de retirar a su cueva, y The Big One -Google- gana terreno. La evangelización del Nuevo Mundo parece imparable, pero nuevas y beligerantes sectas aparecen en el horizonte. Las últimas, cuil, fundada por dos ángeles renegados de la gran G, y wikia search, del creador de la gran enciclopedia virtual. El papel dominante de Google, que maneja una cantidad brutal de información sobre los usuarios, ha empezado a crear recelos y suspicacias. Están cerca –si no han llegado ya- de convertirse en el monopolio que juraron combatir. El reverso tenebroso siempre camina al lado de nosotros.
Además, Google pareciera el nuevo Shangri-La del mercado laboral, la ciudad en las nubes donde el trabajo se convierte en absoluta felicidad. Se enseñan una y otra vez fotos de sus maravillosos centros de trabajo. Un festival de colorines, toboganes, sillones, mesas de billar, sofás lounge, jueguecitos, jijiji-jajaja, cómo mola en Google trabajar. Aunque uno tiene unos principios inamovibles respecto al asunto de laborar –aunque el curro se vista de seda, curro se queda-, es decir, daría un riñón, media oreja y mi colección de discos de Led Zeppelin por no pegar palo al agua en lo que resta de vida, hay que reconocer la habilidad de la compañía californiana para presentarse ante la sociedad como el paradigma de la ética y la responsabilidad corporativa. Incluso su eslogan –Don’t be Evil, en clara referencia a su Némesis, Microsoft-, nos insinúa que, dando a su botón de búsqueda, un niño pobre podrá comer durante una semana y serán salvados setecientos árboles al borde de la tala en el Amazonas.
El conejito sigue y sigue, y la última oferta que no puedes rechazar del gigante informático es Google Health, un servicio para reunir los datos del perfil médico del usuario en su cuenta de Google. Con la información ingresada, el buscador agrupa noticias médicas, ubicación de farmacias y cualquier artículo relevante al caso. El programa parece, una vez más, extremadamente útil, pero lleva incluido un pequeño detalle: al apuntarse a él, la información automáticamente es compartida con clínicas privadas, ya que el servicio no suscribe la política federal estadounidense de protección de datos relativos a la salud (HIPAA, en sus siglas en inglés). Un acercamiento a la sombra del Gran Hermano que ha levantado la sospecha de muchas asociaciones.
buscador de la gran G. A diferencia de Google, el cual mide la cantidad de links entrantes a un sitio y, tomando esa base, le asigna relevancia en los resultados de búsqueda (el sistema PageRank), Cuil analiza el contenido de las páginas web de manera contextual, es decir, asignándoles relevancia respecto a los términos usados en una búsqueda. Y los presenta en un estilo visual cercano al de una revista, con fotos y una maquetación más dinámica. Al obtener los resultados, estos son organizados en grupos separados, por tabs. Por ejemplo, si buscas “fútbol”, aparecerán todos los resultados en dos o tres columnas, pero además tabs para “fútbol español”, “fúbot italiano", "fútbol argentino"... Además de otras categorías para fotos o vídeos. La idea es que los datos queden separados en grupos que faciliten encontrar el resultado correcto. Por el momento, las críticas de los expertos son positivas.
La principal novedad es que se trata de un sistema de búsqueda en el que los resultados proporcionados por los algoritmos de búsqueda serán progresivamente ordenados por la red de usuarios, que ayudarán a construir la base definitiva de datos del servicio. Un sistema radicalmente diferente al de Google, que desde hace años ha demostrado el poder de las fórmulas matemáticas para proporcionar resultados acertados en búsquedas que muchas veces duran sólo unos segundos.
Su idea de buscador libre e internauta-didacta entronca en la línea de nuevos proyectos como los de powerset –buscador de artículos en la propia wikipedia, recientemente comprado por Microsoft-, mahalo (gracias en hawaiiano), o hakia –buscador semántico basado en significados para ofrecer respuestas a preguntas formuladas-, estos dos últimos en su fase beta de prueba. También trata de hacerse un humilde hueco el noruego alltheweb.com, que se especializa en la búsqueda multimedia para MP3, vídeo y fotografías.
1 comentario:
Interesante y completa info... como siempre, entonces... a Cuilquiear!
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