
"Lo que Dios ha creado, el hombre no debería cambiarlo con estructuras faraónicas. En el problema del agua hay que respetar una España húmeda y otra seca. Este elemento no debe ser alterado sustancialmente por el hombre"
San Malaquías de Aznar, Capítulo IV, versículo I de las escrituras pre etapa en la Moncloa
Durante años, mientras la ola de los precios de la vivienda en España crecía y crecía, mientras los hipotecados hacían surf en la cresta para no caerse, el pueblo soberano (por el brandy, no por su capacidad de elección democrática) se mesaba el cabello o la perilla y se preguntaba: "¿Cómo es esto posible?". Quien no haya comentado alguna vez con los colegas en un bar aquello de "esto es insostenible" que tire la primera colilla. Todos los sabíamos. No hacía falta ser un experto en los ciclos económicos ni conocer una cita de Keynes ni ser un tiburón blanco de las finanzas. El sentido común estaba haciendo tic, tac, tic, tac. La burbuja iba a estallar y estalló.
En un post posterior glosaremos la revolucionaria actitud de los gobiernos mundiales, subsidiando a la banca internacional con el dinero de la clase trabajadora, pero el interés de la entrada de hoy va por otro camino. Se trata de abundar en el afilado contraste entre la nueva razzia verbal del ex presidente Aznar contra el cambio climático y el hecho innegable del mismo, reforzado con el último estudio de la WWF (World Wide Fund for Nature, Fondo Mundial para la Naturaleza), la más grande y respetada organización conservacionista independiente del mundo y el grupo ecologista en activo más antiguo de España (bajo la denominación WWF/Adena). La asociación afirma rotundo que si el patrón de consumo actual no cambia, el hombre necesitará dos planetas enteros para nutrirse de recursos en 2030.

Ahora, la voz de Che Mari, ese agrio, adusto y castellano ex presidente del ego incontrolado, se ha embarcado en una nueva cruzada. El enemigo esta vez no habita en los alrededores de Mesopotamia, ni detrás de los micrófonos y ordenadores del Grupo PRISA, ni siquiera parece estar relacionado con el terrorismo (aunque vaya usted a saber... ecologistas, comunistas, terroristas.. a mí me suenan todos igual...). En fin, es un adversario mucho más escurridizo, camaleónico y difícil de golpear: el cambio climático, esa patraña inventada por miles de científicos estalinistas a sueldo de la ONU, otra organización filobolchevique, que se ha atrevido a aprobar (y asegurarse de no cumplir) cincuentaytantas resoluciones contra la ocupación del territorio palestino (aún sin estado) por Israel. El sin par estadista que grafitea con la firma de crispación allá donde va su grácil verbo, el mismo que aseguró que ETA estaba detrás de los atentados del 11-M y el iluminado que metió a España en una guerra ilegal, pintada de sangre y de mentiras para devolvernos "al lugar que nos correspondía en la Historia", está empeñado ahora en negar una realidad que los más de 2.500 científicos del Panel Intergubernamental del Cambio Climático (IPCC) de la ONU se han debido inventar tras un fin de semana de borrachera.
El negacionista alerta del peligro rojiverde
Aznar, cuya esposa Ana Botella es concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Madrid

Las barbaries intelectuales del vengativo ex presidente, agente a sueldo del magnate mediático Ruppert Murdoch, dueño y señor de la ultraconservadora cadena de televisión Fox News, y muñidor entre bastidores de la guerrilla anti-ecológica, se dan de bruces con un muro de cemento unido por la tozuda realidad científica. Sin ir más lejos, según el estudio de la asociación WWF que citábamos anteriormente, titulado Living Planet, el mundo se dirige a una debacle ecológica mucho peor que la crisis financiera y el colapso de los mercados de crédito. De acuerdo al análisis, los seres humanos están sobre explotando en un 30% los recursos naturales del planeta –es decir, un 30% más de lo que la Tierra los puede reponer cada año-, lo que conduce a la deforestación, los suelos degradados, la contaminación del aire y el agua, y la dramática disminución en el número de peces y otras especies.
Como resultado de ello, estamos moviéndonos en una deuda ecológica anual de 4 billones de millones de dólares, el doble de la estimación de las pérdidas hechas por el mundo de las instituciones financieras como consecuencia de la crisis, aseguran los autores del informe (el cual se puede consultar en el siguiente enlance de WWF/Adena). La cifra se basa en un estudio de Naciones Unidas que calcula el valor económico de los servicios prestados por los ecosistemas destruidos anualmente, tales como la disminución de las lluvias para los cultivos o la reducción de la protección contra las inundaciones.
Necesitaremos dos planetas para 2030

El informe continúa: "Tenemos sólo un planeta. Su capacidad para prestar apoyo a una floreciente diversidad de especies, incluidos los seres humanos, es grande, pero fundamentalmente limitada. Cuando la demanda humana sobre esta capacidad es superior a lo que está disponible -cuando se superan los límites ecológicos- se erosiona la salud de los sistemas vivos de la Tierra. En última instancia, esta pérdida pone en peligro el bienestar del ser humano". Los autores del estudio también instan a los políticos a montar una gran respuesta internacional, en la línea del mega plan de rescate multibillonario aprobado para el sistema financiero global. "Se debe activar una acción colectiva para buscar la supervivencia de toda la vida en el planeta Tierra", ha señalado Emeka Anyaoku, el presidente de WWF Internacional.
Viviendo por encima de nuestros medios
El estudio Living Planet asegura que "estamos viviendo por encima de nuestros medios", una descripción que calca lo acontecido en España en la etapa de la burbujar inmobiliaria: el endeudamiento sin freno del españolito medio, ansioso por ser propietario de un coche, de una casa, de una pantalla ultra plana de 57 pulgadas, de una tostadora para colocar 7 rebanadas de pan, de un iPhone súper último modelo... Las últimas cifras no engañan, y muestran que hoy día las tres cuartas partes de la población del mundo vive en países que consumen más de lo que pueden reponer.
Al mazazo que supone para la doctrina antiverde de Aznar el elaborado informe de

El serio aviso de estas organizaciones se suma al que hizo la Academia de las Ciencias de China hace poca más de una semana, asegurando que las emisiones de gases de efecto invernadero en el país llevan camino de doblarse en los próximos veinte años: de los 1.800 millones de toneladas emitidos en 2007 se pasaría a 3.100 en 2030, justo el año en el que WWF predice la necesidad de una segunda Tierra para abastecer a la devoradora raza humana. Así que, el Gobierno chino no tiene otro remedio que empezar a diversificar su consumo con el desarrollo de fuentes de energía limpias y alternativas. Primero por supervivencia, y segundo por razones económicas del tamaño de la imbecilidad de Aznar.
Para leer en español el estudio Living Planet, pincha aquí
Para parirte la caja (o indignarte justo los suficiente) con las mejores citas cómicas del presidente de honor del PP, picha aquí (cortesía de Wikiquote)
2 comentarios:
Muy buenas como siempre vuestras entregas; pero por otro lado, es que este tipejo, el Josemari, es que sabe de tooo!
Qué ironía tan fina e inteligente que aunque patente no distrae de la reflexión, de la crítica necesaria. Sí que nos ubicamos frente a los componentes de una tragedia griega: Un destino anunciado e inexorable intocado por quienes pueden cambiarlo. Al final agonía, dolor y muerte. ¡Qué espanto! Defenderemos la esperanza que dicen que es verde y la crítica colorista o traslúcida, desde allí donde podamos. Cj
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