sábado, 6 de junio de 2009

Fieles al arte de la música


Es muy posible que alguno de vosotros conozca las obras que pretendo presentaros. Es más, puede que algunos las consideren como las que forman parte de los cimientos de la música moderna. Pero no por ello, creo que se deba renunciar a presentar este tipo de artistas y sus obras, aunque se publicaran treinta años atras. Hace tiempo perdí la vergüenza a decir cosas como: “aún no he escuchado un disco de My Bloodie Vantine, o de los Pixies o de Wilco”. La razón está muy clara, esta clase de artistas, con este supermegapeso en este arte, tienen en común una característica: sus obras incorporan un escondido chip, sus obras permanecen a lo largo del tiempo con un frescor perpetuo. Por ello, nos podemos permitir el hecho de disfrutar de sus trabajos en cualquier momento de nuestras vidas. No comulgo con la idea de tener que presentar obras de artistas en el momento en que sean presentadas o, mas chanchipiruli aún, hacer una crítica tras una preescucha una semana antes de su publicación. Estas entradas están dedicadas a aquellas personas fieles al arte de la música, como dijo un contemporáneo filósofo, y que no tienen ningún interés en ser unos modernillos actualizados con las últimas publicaciones.