Con la que está cayendo, uno se refugia en esta pequeña aldea cibernética con la esperanza de no ser invadido o arrasado por la censura y los intereses de imperios financieros. Pero el sistema actúa como un depredador, está en su instinto. Internet tal y como lo conocemos es inadmisible para los poderes. Los mecanismos de control no son globales, no abarcan todas las legislaciones y países (algo que casi hace la red).
Se les hace cuesta arriba permitir que tú, yo, un egipcio o un alemán, nos expresemos libremente. Es peligroso. Como lo es estar informado a través de medios independientes. Como lo es nutrirse de cultura sin filtros. Tienen miedo. Paginas como twitter han comenzado hace unos días a censurar mensajes que puedan molestar a los poderes establecidos y a los intereses privados. También Google cambiara en unas semanas su política de privacidad, favoreciendo a sus anunciantes antes que a sus usuarios. No nos engañemos, tienen que comenzar a frenar las corrientes libre pensantes e independientes que se multiplican gracias a las características de internet. Ellos si son conscientes de su potencial ¿Lo somos nosotros? Pensar en un parlamento ciudadano digital ¿Imagináis propuestas salidas de la propia red y resueltas con el concepto un ciudadano un voto, a través de un DNI electrónico? Arderían las poltronas y sus ocupantes.
Parece que muchos usuarios aun no se han percatado de la situación por la que atraviesa la legislación del uso de internet. Con el cierre de Megaupload por parte del FBI y el debate de las leyes SOPA, PIPA y ACTA (tema que trataremos en próximas entradas), queda claro que los intereses particulares de algunos lobbies están por encima de los derechos de millones de ciudadanos. Más allá del contenido “ilegal” (siempre subido a la red por los propios usuarios), ¿donde están los archivos y documentos “legales” de los internautas con cuentas Premium? ¿Quién está comprobando este contenido? ¿Qué hacen si el contenido son ficheros privados, o de empresas, o fotos de una señorita en porretas que se divierte con su pareja? ¿Quién protege al que pago por un servicio legal y obtuvo garantías de que sus datos estaban protegidos? Desde luego no será la ley quien ampare a estos usuarios, porque no ha sido un juez quien ha ordenado esta violación de sus derechos. No existe una sentencia judicial. Se ha abierto la veda para el control de la red por parte de entidades privadas que quieren limitar lo ilimitado.
Tampoco escucho a nadie decir que lo que se ha volatilizado (en el caso de megaupload y los que vengan) es una gran biblioteca de nuestro tiempo. ¡Que es cultura señores! Además, muchos contenidos a los que se tiene acceso no podrían ser encontrados de otra manera. Es decir, ¿Qué alternativa tiene un chaval de Valladolid amante de los comic manga? No puede obtener este producto por qué no lo exportan, es más, lo ve subtitulado por que otro usuario de forma altruista, se ha currado la traducción. ¿Debe perder este vallisoletano sus inquietudes? El concepto de la red es otro. El intento por dominarla será fútil a no ser que la “capen” masivamente, convirtiéndola en algo totalmente alejado de su esencia y por lo tanto inútil. Por cada cierre, la red generara 2 o 3 servicios que sustituyan al caído. Muchos están dispuestos a trabajar para generar herramientas gratuitas que permitan la comunicación y el intercambio. El concepto “anonymous” encaja en esta tesitura como un guante. Cuando la policía de Barcelona se jacto de detener la cúpula española de esta organización, no estaba más que alimentando al monstruo. Cuando leemos noticias como “anonymous sube la discografía de Sony”, parece que asistimos a una maniobra coordinada de una organización sofisticadísima. Nada más lejos de la realidad, probablemente sean un par de púberes (quizá no de Valladolid) que han recopilado unos cuantos enlaces o torrents y los han subido a la nube. Es algo que podríamos hacer ahora mismo cualquiera de nosotros, y es aquí donde reside su capacidad de resistencia a lo establecido.
Internet permite convertir algo sencillo en un evento monumental que prende como la pólvora. Por eso no debemos dejar que cercenen y manipulen lo que es de todos. Es nuestra, ha crecido alimentándola, es libre y no permitiremos que deje de serlo. Actuemos, cada uno en la medida que podamos, pero actuemos. Es el último reducto de libertad que nos queda. Son ellos los que han de estar temerosos de nosotros, no nosotros de ellos. El conocimiento es libre. Somos Legión.
Se les hace cuesta arriba permitir que tú, yo, un egipcio o un alemán, nos expresemos libremente. Es peligroso. Como lo es estar informado a través de medios independientes. Como lo es nutrirse de cultura sin filtros. Tienen miedo. Paginas como twitter han comenzado hace unos días a censurar mensajes que puedan molestar a los poderes establecidos y a los intereses privados. También Google cambiara en unas semanas su política de privacidad, favoreciendo a sus anunciantes antes que a sus usuarios. No nos engañemos, tienen que comenzar a frenar las corrientes libre pensantes e independientes que se multiplican gracias a las características de internet. Ellos si son conscientes de su potencial ¿Lo somos nosotros? Pensar en un parlamento ciudadano digital ¿Imagináis propuestas salidas de la propia red y resueltas con el concepto un ciudadano un voto, a través de un DNI electrónico? Arderían las poltronas y sus ocupantes.
Parece que muchos usuarios aun no se han percatado de la situación por la que atraviesa la legislación del uso de internet. Con el cierre de Megaupload por parte del FBI y el debate de las leyes SOPA, PIPA y ACTA (tema que trataremos en próximas entradas), queda claro que los intereses particulares de algunos lobbies están por encima de los derechos de millones de ciudadanos. Más allá del contenido “ilegal” (siempre subido a la red por los propios usuarios), ¿donde están los archivos y documentos “legales” de los internautas con cuentas Premium? ¿Quién está comprobando este contenido? ¿Qué hacen si el contenido son ficheros privados, o de empresas, o fotos de una señorita en porretas que se divierte con su pareja? ¿Quién protege al que pago por un servicio legal y obtuvo garantías de que sus datos estaban protegidos? Desde luego no será la ley quien ampare a estos usuarios, porque no ha sido un juez quien ha ordenado esta violación de sus derechos. No existe una sentencia judicial. Se ha abierto la veda para el control de la red por parte de entidades privadas que quieren limitar lo ilimitado.
Tampoco escucho a nadie decir que lo que se ha volatilizado (en el caso de megaupload y los que vengan) es una gran biblioteca de nuestro tiempo. ¡Que es cultura señores! Además, muchos contenidos a los que se tiene acceso no podrían ser encontrados de otra manera. Es decir, ¿Qué alternativa tiene un chaval de Valladolid amante de los comic manga? No puede obtener este producto por qué no lo exportan, es más, lo ve subtitulado por que otro usuario de forma altruista, se ha currado la traducción. ¿Debe perder este vallisoletano sus inquietudes? El concepto de la red es otro. El intento por dominarla será fútil a no ser que la “capen” masivamente, convirtiéndola en algo totalmente alejado de su esencia y por lo tanto inútil. Por cada cierre, la red generara 2 o 3 servicios que sustituyan al caído. Muchos están dispuestos a trabajar para generar herramientas gratuitas que permitan la comunicación y el intercambio. El concepto “anonymous” encaja en esta tesitura como un guante. Cuando la policía de Barcelona se jacto de detener la cúpula española de esta organización, no estaba más que alimentando al monstruo. Cuando leemos noticias como “anonymous sube la discografía de Sony”, parece que asistimos a una maniobra coordinada de una organización sofisticadísima. Nada más lejos de la realidad, probablemente sean un par de púberes (quizá no de Valladolid) que han recopilado unos cuantos enlaces o torrents y los han subido a la nube. Es algo que podríamos hacer ahora mismo cualquiera de nosotros, y es aquí donde reside su capacidad de resistencia a lo establecido.
Internet permite convertir algo sencillo en un evento monumental que prende como la pólvora. Por eso no debemos dejar que cercenen y manipulen lo que es de todos. Es nuestra, ha crecido alimentándola, es libre y no permitiremos que deje de serlo. Actuemos, cada uno en la medida que podamos, pero actuemos. Es el último reducto de libertad que nos queda. Son ellos los que han de estar temerosos de nosotros, no nosotros de ellos. El conocimiento es libre. Somos Legión.
1 comentario:
Queridos Bobolongos, bienvenidos a vuestra ágora tan necesaria para estos tiempos tan poco optimistas para los que esperamos un poco de equilibrio y justicia en esta sociedad que nos toca.
Me ha gustado eso del "parlamento ciudadano digital", yo me apuntaría ya mismo a apoyarlo.
Saludos y enhorabuena por la vuelta al combate.
Mola el nuevo diseño-
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