En la entrada anterior, el maestro bobolongo, hablaba de lo complicado que resulta ponerles rostro a los titiriteros del poder y de los mercados ¿Quien se supone que manda en este mundo? ¿Es lo mismo gobernar que tener el poder? ¿Quien y como se toman las decisiones que influyen en el futuro de la humanidad? Desde luego no pretendo responder a estas preguntas, pero si plantearlas a la luz de la reunión que ha tenido lugar en Sitges durante la primera semana de junio de 2010. Es curioso que se elija la meca del cine fantástico y de terror para realizar este evento, y me refiero a la reunión del club Bilderberg, una cumbre anual al más alto nivel con las personas más influyentes de las primeras potencias norteamericanas y europeas. La gran diferencia con respecto a otras, es el secretismo, no se filtran al exterior más que detalles insignificantes, nunca datos concretos de lo hablado. No se pueden comparar estos encuentros con el G8, o G20, o con otras cumbres internacionales. El predominio aquí es del poder económico y financiero, de los creadores de ideas y de opinión, y de los grandes grupos mediáticos de información. Con estos participantes parece claro que no se buscara el bien común y si los intereses privados. La primera reunión tuvo lugar en mayo de 1954, en plena revisión del orden mundial tras el fin de la 2ª guerra mundial, varias figuras relevantes de la política y las finanzas de los países occidentales se reúnen en el Hotel Bilderberg, del que toman el nombre, en Oosterbeek, en los Países Bajos. Este primer encuentro fue dirigido por David Rockefeller y por el príncipe Bernardo de Holanda, conocido por su ideología cercana al nazismo. El principal propósito del encuentro era “hacer un nudo alrededor de una línea política común entre Estados Unidos y Europa en oposición a Rusia y al comunismo”. Un personaje siempre presente, desde su fundación hasta nuestros días, es el premio nobel Henry Kissinger. Tremendo fichaje. La estructura es bastante simple, varios círculos concéntricos de invitados alrededor de un comité directivo fijo de unas cuarenta personas. Los miembros de este comité invitan cada año a dos personajes relevantes en los temas a tratar, según la coyuntura. Lo interesante es que los invitados, las figuras que varían según el año, son representantes políticos, mientras que los miembros del comité fijo son representantes de las corporaciones y del mundo financiero. Escribía la revista The Economist “Cuando alguien hace escala en Bilderberg, ya llegó”. Es decir, si eres una persona que comienzas a tener relevancia en tu país y eres invitado a la cumbre, llegaras a ostentar el poder. Será una ascensión política y social a nivel internacional, siempre que la persona en cuestión acate los sabios consejos que reciba de los miembros dominantes del club. Esto le sucedió a Bill Clinton o a Tony Blair cuando aun no eran candidatos y también a todos los secretarios generales de la OTAN. Todos son bilderbergers, como se conoce a quienes acuden invitados a los encuentros. Se dan por tanto cruces “sospechosos”. Bilderberg tiene mecenas y entre ellos destaca la familia Wallenberg, la principal fortuna de Suecia, accionista mayoritaria de las empresas Electrolux, Ericsson y ABB. Una de las hijas de Wallenberg está casada con Kofi Annan, anterior secretario general de Naciones Unidas. No quiero con esto vender teorías paranoicas, pero tampoco vamos a pensar que esto es un club de recreo para jubilados multimillonarios. Se toman decisiones y lo hacen unos pocos. Además es alarmante que, entre los invitados, haya militares hablando de economía y economistas hablando de conflictos armados. Y más grave aun, todo en presencia de los representantes políticos de las democracias más “avanzadas”, que guardan silencio. Resulta inadmisible que las conversaciones y decisiones secretas estén amparadas por los representantes de la ciudadanía y los cargos públicos (en Sitges, estuvo José Luis Rodríguez Zapatero como presidente del estado anfitrión). En su invitación, la organización exige que nadie "conceda entrevistas" ni revele nada de lo que "un participante individual haya dicho durante el meeting". Probablemente para nuestros representantes es útil este silencio para que no sea tan palpable su actitud servil ante las estrategias de las corporaciones. Si a todo esto añadimos que también están presentes los dirigentes de los grandes grupos mediáticos, se puede afirmar que el círculo queda cerrado. Crear la opinión publica de lo que todavía no ha pasado pero ocurrirá es una de las armas mas útiles del siglo XXI y no esta muy lejos de las medidas estratégicas de control nacional socialista. Están presentes los presidentes o directores de medios de comunicación como la radio francesa Europe 1, el periódico Le Nouvel Observateur, los diarios económicos The Economist y The Financial Times, o del Washington Post. Todos prometen cada año “discreción”. Incluyendo, Juan Luis Cebrián, consejero delegado del Grupo Prisa. Como es posible que no se publiquen mas que breves reseñas sin contenido en los periódicos.
El objetivo claro de la cumbre, a día de hoy, es promover un nuevo orden mundial hecho a la medida de los EEUU, con Europa como una entidad satélite. Por ello seguro que se hablo del futuro del euro y de la utilización de la coyuntura en beneficio propio. Me temo que los núcleos reducidos de personas que lideran estas reuniones, no tienen ningún reparo a la hora de obtener beneficios económicos o de otro tipo, aunque esto implique “daños colaterales” a la sociedad. La falta de ética que han demostrado a lo largo de los años no me hace ser muy optimista con respecto a sus intenciones. Pero, ¿como conseguir estos objetivos sin que la ciudadanía reaccione? Desde hace años el apoltronamiento y la desidia de la sociedad ha crecido exponencialmente gracias a los medios de comunicación. Todo lo subversivo acaba siendo fagocitado por los media y se convierte o en algo cool, o directamente en algo del ámbito del terrorismo. Los métodos que se pueden emplear por parte de estas elites para conseguir un mayor control son variados y muchos parecen estar ya presentes en el “sistema”:
- Privatización de la totalidad de los servicios públicos.
- Desvinculación total del estado con la economía, incluyendo los sectores de la educación, la investigación. A largo plazo, la desvinculación con la policía y las fuerzas armadas, destinadas a convertirse en sectores muy lucrativos para las empresas privadas.
- El mantenimiento de un nivel de desempleo elevado y la reducción de las ayudas sociales, acrecentando la presión económica sobre los trabajadores, que estarán dispuestos a aceptar cualquier salario o condiciones de trabajo.
- Impedir el aumento de reivindicaciones salariales en los países del Tercer Mundo, manteniendo regímenes totalitarios o corruptos.
- Debilitamiento de los gobiernos y de la soberanía popular.
Con respecto a este ultimo punto, parece que la soberanía esta pasando de manos de la ciudadanía, a manos de entidades supranacionales como la Comisión Europea, donde sus miembros no son elegidos directamente. Esta Comisión Europea está bajo la influencia de lobbies industriales, los grandes inspiradores de la reglamentación europea. La mayoría de los Comisarios europeos están estrechamente ligados a las multinacionales o a redes de influencia favorables al liberalismo y a la mundialización. Muchos son próximos (o miembros) del Grupo de Bilderberg y son participantes asiduos del World Economic Forum de Davos. A día de hoy, tras el descalabro de la economía griega, el país heleno no tiene mas opción que acatar ordenes de un estamento que poco tiene que ver con la elección de sus ciudadanos. Esto es simplificar pero la toma de decisiones se produce para ellos pero sin ellos.
Y estos puntos han de ir acompañados siempre por el terror. Crear las tensiones necesarias para que comiencen conflictos armados, crear zonas de hostilidades perpetuas, inventar pandemias, asustar con estados de alerta constantes por amenazas externas, cualquier idea vale si puede justificar las medidas de control social y emergencia nacional en tiempos de paz. Hay autores como Daniel Estulín, experto en el grupo y autor de La historia definitiva de el Club Bilderberg, que hablan de un proyecto de Estado Policial Global, creo que es una exageración (a corto plazo), pero pienso que las libertades individuales de los ciudadanos occidentales están reduciéndose a marchas forzadas. Nos llevan a una situación de inseguridad, angustia y terror para que la gente llegue a sentirse desbordada e incapaz sin la tutela y las soluciones de los que poseen el poder. Una sociedad que esta dispuesta a perder libertad a cambio de seguridad, jamás tendrá ninguna de las dos cosas.
El caso es que los sumos sacerdotes del capitalismo, los máximos responsables de la situación económica actual, se reúnen anualmente, según The Times, para “planear hechos que luego han sucedido...". Un lobby internacional cuya misión es mantener y perpetuar el marco socio-político que permita la proliferación y fortalecimiento de las fortunas millonarias. Es decir, el capitalismo.
"En política, nada ocurre por casualidad. Cada vez que un acontecimiento surge, se puede estar seguro que fue previsto para llevarse a cabo de esa manera."
Franklin D. Roosevelt
Presidente de los Estados Unidos 1932 a 1945
2 comentarios:
Muy buen post, amigo.
Tal como apuntas a ese recorte de libertades, aquí en Múnich encuentras carteles que rezan: "Diktatur der Sicherheit" (dictadura de la seguridad).
Me ha encantado lo de "no es un club de jubilados millonarios"...
Excelente entrada y jugosos los datos que aportas que desconocía. Así que los miembros fijos de este selecto grupo de vampiros son los CEOs y los representantes del mundo financiero, mientras que los que varían son los políticos (excepto Kissinger, claro, ese prohombre de las libertades en Latinoamérica). Increíble, nueva confirmación de quién manda a quién. ¿Y el secretismo? ¿Pero cómo es posible que el presidente de un país supuestamente soberano como España acuda a una reunión de este calibre, digamos, con los que cortan el bakalao en el mundo, y luego se le esté prohibido hablar. ¿Y la prensa se lo permite? Se trata de marcar la agenda. Como dices, privatización de todo lo que quede por privatizar, señalar los nuevos enemigos y perpetuar un sistema que se basa en la especulación y en los cracks económicos cíclicos para tener al ciudadano acongojado y sumiso.
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